BAEK, HEENA
Una mañana lluviosa, dos gatitos con ganas de jugar encuentran una pequeña nube enganchada en la rama de un árbol. La cogen con mucho cuidado para que no se rompa y se la llevan a su mamá. La mamá amasa la nube, la divide en redondos bollitos y los mete en el horno. ¡Los panecillos de nube están listos! ¿Los gatitos podrán comérselos? ¿El papá los probará? ¿Esas esponjosas delicias saldrán volando?