LOBEL, ARNOLD
Para ser un buen oso hay que saber trepar a los árboles, pescar, dar paseos largos y dormir la siesta. Eso dice el abuelo. ¡Pero ser un buen oso es tan aburrido!, piensan los pequeños Ronald, Donald, Harold y Sam. A lo mejor ser un buen oso tiene más que ver con divertirse y ayudarse que con valerse solo. Y los pequeños oseznos, todos juntos, estarán encantados de enseñárselo.