NUÑEZ ALVAREZ, MARIA LUISA
El rey Curro tenía orejas de burro y su barbero era el único que lo sabía. Incapaz de mantenerse en silencio, decidió cavar un agujero y ocultar su secreto bajo tierra. Allí nació un cañaveral, del que un titiritero cortó una caña para hacer su flauta. Cuando comenzó a tocar sonó, como por arte de magia, una melodía que decía: El rey Curro tiene orejas de burro...
Este cuento se inspira en el mito del rey Midas, y juega de modo humorístico con un personaje que no acepta su defecto físico. En el desenlace el monarca acaba por descubrir su condición y, felizmente, librarse de la molestia y la carga del secreto.