LLUÏSOT
El poeta ABDUL AL-HAZRED, m¡stico para unos, loco para la mayor¡a, tras un largo peregrinaje, entró en contacto con los cultos secretos de la antigua Babilonia y visitó los subterráneos de Menfis. Afectado por los conocimientos adquiridos, se retiró al desierto del sur de Arabia, el RUB AL-KHALIYEH o espacio vac¡o , donde exploró ciudades fantasma fundadas en los principios de los tiempos. Rescató de sus ruinas los anales y los cultos de una raza más antigua que la humanidad. All¡ escribió, bajo los dictados de un Dios desconocido y por medio de los sueños, el famoso grimorio AL-AZIF, donde describe toda clase de seres que caminan, nadan, reptan y vuelan a través de distintas dimensiones, los Dioses Ancestrales, los Profundos, los Grandes Primordiales y los Dioses Otros, as¡ como los sellos para invocarlos, oraciones, hechizos y amuletos de protección.