DICAMILLO, KATE
Movida por su apetito, Mercy termina entre los parterres de flores recién plantadas de la vecina y Eugenia Lincoln decide llamar a la oficial de Control de Animales, Francine Poulet. Muy pronto, Francine descubre que nadie puede pensar como un cerdo; ¡en especial, cuando se trata de una maravilla porcina, como Mercy Watson!