KAO, SANDRINE
Nunca sabemos qué aventura nos depara el camino. Para los protagonistas de esta historia, un gato y un conejo, viajar acompañado es mejor que hacerlo solo, perderse parece una buena forma de encontrarse y, ante un imprevisto, la imaginación se convierte en gran aliada. Como la familia que uno elige, o el compañero de viajes y fatigas. Y porque todo aquello que se siembra tarde o temprano acaba dando frutos.